Elia arrancó este proyecto junto a Marta en 2015.
¿Qué es lo que más te gusta de trabajar con niños y familias?
Me encanta la idea de saber que, con el engranaje que creamos cada día en el centro, acompañamos a muchas familias en la transformación, tránsito y viaje que supone el camino de las etapas de la vida. ¡Me siento muy afortunada!
¿Qué aportas a ESPAI MIM?
ESPAI MIM nació de la idea de una compañera de master, Marta. Me propuso formar parte de su proyecto, por aquel entonces solamente estaba construido en su cabeza, pero ni me lo pensé: “por supuesto que sí, cuenta conmigo”. Yo por aquel entonces me dedicaba a un sector más animal: las terapias asistidas con perros.
Desde ese día, hace ya casi 7 años, aporto todo lo que nace de mí, la dedicación y vocación por un proyecto propio, mi tiempo, mi cabeza e ideas, el peso de la responsabilidad por las familias y por todo el equipo humano, algún dolor de cabeza que otro, pero una satisfacción inmensa al ver lo que se ha ido construyendo día a día, con muchísimo trabajo y esfuerzo.
¿Cómo es tu domingo perfecto?
Un domingo de primavera, con sol, en casa, haciendo una barbacoa con algunos amigos o familia, con mis perros disfrutando del airecito, música en directo, una larga sobremesa, risas y respirar hondo. ¡Ese en un domingo perfecto!
Explícanos una experiencia inolvidable
Inolvidables hay muchas, pero me viene a la cabeza una recolecta solidaria para la asociación de animales abandonados con la que colaboro muuuy extrechamente. Imagino que ahora mismo no entendéis nada. Os explico, hace más de 12 años, gestiono junto a una compañera, una asociación de animales abandonados con nombre SOS 4 PATAS BCN. Este proyecto nace de las creencias más profundas de uno mismo, en las que no concibo la violencia que se ejerce hacia los animales y el tremendo horror que supone el gran número de abandonos diarios que hay en España. El recuerdo inolvidable es el siguiente: Hará cosa de 2 años, un club de padel del Maresme, organizó un torneo solidario a favor de nuestra asociación y se consiguió recaudar una buena cantidad económica, accesorios y alimentación para los animales que albergamos bajo el paraguas de la asociación. Recuerdo el temblor de todos los músculos de mi cuerpo y no poder parar de llorar de la emoción cuando se nos entregó la donación. ¡Aquello iba a permitir ayudar a muchos animales! ¡Qué día tan especial! ¡Imposible borrarlo de la memoria! Lo recuerdo y se me sigue erizando el pelo.
