¿Qué es lo que más te gusta de trabajar con niños?
Para mí la infancia y la adolescencia es un periodo de la vida especial, donde todo está por hacer, por aprender y donde el individuo se construye como persona. Los descubrimientos que hacemos cuando somos niños, entender el mundo que nos rodea y a nosotros mismos, resulta una tarea difícil a la vez que fundamental. Formar nuestra propia identidad, aprender a relacionarnos con los demás, entre infinidad de muchos otros aprendizajes, me resulta fascinante. Por ello me parece un privilegio poder acompañar y favorecer ese crecimiento saludable y desarrollo óptimo de los niños, niñas y adolescentes.
¿Qué aportas a ESPAI MIM?
Creo que la pasión es una de mis mayores aportaciones a Espai MIM. Pues me define tanto a nivel profesional cómo a nivel personal y está presente en todo lo que hago. Es esa pasión la que me permite mejorar cada día, dar lo mejor de mí en todo momento y no dejar de aprender de todo y de cada instante que nos ofrece la vida. Sin duda la pasión es lo que me ha permitido lograr mis objetivos, seguir adelante ante las adversidades e ilusionarme con los retos más difíciles.
¿Cómo es tu domingo perfecto?
Creo que el domingo perfecto es aquel en el que consigo “parar” (cosa que no siempre resulta fácil), dejar de lado las obligaciones y detenerme a apreciar las pequeñas cosas, valorando cada momento por sencillo que sea. Me gusta distraerme observando los detalles cómo las plantas crecen en el balcón o cómo duerme plácidamente mi gato, recoger conchas en la playa o en un día de invierno soleado notando el calor del sol en las mejillas. Saber disfrutar de los momentos, instantes que nos llenan de energía, y que nos hacen sentir que estamos aquí y que no podemos desaprovechar ni un minuto. Eso sí, siempre acompañada de mi familia y amigos, si puede ser. Podríamos decir que mi domingo perfecto es aquel que me permite parar del desenfreno diario de las tareas y obligaciones para simplemente relajarme, observar, percibir, sentir y disfrutar junto la compañía de los míos.
Explícanos una experiencia inolvidable
Para mi ser madre y ver crecer a mis hijos es una experiencia maravillosa, aunque no exenta de dificultades y preocupaciones. Sus primeras palabras, esos ojos con lo que miran todo, la alegría y energía vital contagiosa que te absorbe y su amor incondicional resulta apasionante. Como padres tenemos una oportunidad única al poder compartir esos primeros momentos de descubrimientos, estar ahí acompañándolos y viéndolos crecer. Es realmente fantástico y emocionante, una experiencia llena de momentos inolvidables.
